Si quieres una vida feliz y próspera, que presumimos que sí porque por alguna razón estás leyendo esta entrada, es vital que practiques y fortalezcas el arte de aprender a recibir. Mereces ser feliz
¿Qué es el merecimiento?
Viene de la acción y efecto de merecer algo, saber que te lo ganaste, que te hiciste acreedor a eso. Sin embargo, se puede merecer un premio o un castigo.
A muchos desde pequeños se les inculca el ser generosos, el dar más que recibir y en esa imposición de los adultos muchas veces se juzga a quien acepta abiertamente los elogios o los premios como una persona vana, superficial, creída, egoísta, aprovechada o poco modesta.
Al parecer hay muchas etiquetas sociales en contra de aceptar abiertamente aquello que te ganaste, o sencillamente algo muy bueno que otros reconocen en ti. Entonces comienza el coqueteo con la falta de merecimiento.
Se centran en enseñarte a dar, lo cual es importante, pero también hay que aprender a recibir.
Aprende a recibir el reconocimiento
Un buen punto de partida para ejercitar tu músculo del merecimiento es aprender a recibir los elogios y el reconocimiento cotidiano.
Reflexiona y evalúa lo que sueles hacer en estos casos. Eso te dará una pista de cómo estás en este sentido. Si además de agradecer añades algo para justificar, es porque en el fondo no te sientes merecedor de ese elogio.
Comienza a contestar solo ¡Gracias! y en tu mente, si los pensamientos detractores y autoboicoteadores merodean, puedes decir: «Me permito aceptar estos elogios con amor».
Me merezco todo lo mejor de lo mejor y con amor lo acepto ahora.
Es importante aprender a recibir lo pequeño para poder recibir lo grande
Si descubres que hay algo de falta de merecimiento en ti, empieza a trabajarla como te sugerimos aceptando de ahora en adelante todo tipo de comentario positivo y felicitación sin justificaciones o explicaciones, solo con un afectuoso ¡Muchas gracias!
Detrás de la falta de merecimiento hay un «me siento indigno de recibir esto» por eso busco la forma de justificarlo.
El sentimiento de falta de merecimiento se puede convertir en un gran obstáculo en tu propósito de crear una vida extraordinaria.
Cómo vas a recibir algo del universo si sientes que no lo mereces. Tú mismo estarás bloqueando el poder de la ley de atracción y tus posibilidades de recibir riqueza, premios, oportunidades con esa creencia inconsciente.
Las personas con una autoestima (autoefciacia + autovalía) sana, se sienten merecedoras de todo lo bueno que les sucede, de todo lo que les llega o tienen.
Además, están abiertos a recibir lo mejor y cuando lo reciben lo toman sin reparos, excusas o justificaciones, lo agradecen y lo disfrutan sin complejos. Esto último es esencial porque sigue estrechamente ligado a tu capacidad de permitir y merecer.
Todo lo que tienes actualmente es lo que has permitido
Puede ser que lo hayas hecho a nivel consciente o inconsciente, pero todo lo que hay en tu vida en este momento es aquello que has permitido, es aquello que sientes que te mereces.
Ves por qué es importante el merecimiento y el aprender a recibir.
Si quieres riqueza, prosperidad, fortuna, bienestar, salud integral, amor debes sentirte merecedor de ello. De lo contrario el poder universal percibirá la incongruencia y no te ayudará a materializar estos anhelos en tu vida.
Aprende a recibir para que te conectes con tu propia fuente de abundancia.
La parte positiva es que si la autovalía (que es parte de tu autoestima) necesita ser fortalecida cuentas con múltiples opciones para hacerlo.
Lo primero es que aceptes que requieres trabajarla. Si insistes en que te valoras a ti mismo, aunque claramente identificas acciones que te muestran lo contrario, esa negación no te permitirá avanzar.
Cómo fortalecer el merecimiento en tu vida, cómo aprender a recibir
La gran ventaja de esto es que la poca o baja autovalía proviene muchas veces de creencias que puedes tener arraigadas en tu subconsciente desde la infancia, pero que son modificables.
Muchas de esas creencias no son reales o ya no aplican para ti, pero te las repitieron tanto o te las has dicho tú mismo tanto al punto que te las creíste y actúas de acuerdo con ello.
Sé el primero en reconocer lo que vales
No puedes pedirle a los demás que vean grandeza y potencial en ti si tú mismo no eres capaz de verlo. Todo empieza contigo. Aprende a reconocer tus fortalezas, virtudes, cualidades, aquello en lo que eres capaz o muy talentoso.
Haz este reconocimiento por encima de tus debilidades o áreas de oportunidad de mejora. Todos tenemos defectos, por qué vas a resaltar los tuyos. Allí están, lo sabes, pero cuentas con muchas cualidades.
Adopta nuevas creencias
Así como alguna vez aceptaste como ciertas esas antiguas creencias que has detectado que tienes y que no te ayudan con el merecimiento, puedes comenzar a adoptar nuevas creencias.
Aunque las afirmaciones pueden ayudar mucho en esto, pueden ser insuficientes porque hay creencias que están como adheridas a tu mente. Te recomendamos herramientas como las de Byron Katie o el tratamiento de merecimiento de Louise Hay. Este último lo puedes repetir en voz alta durante al menos 21 días consecutivos. Te dejamos su texto a continuación:
YO [dices tu nombre aquí] me merezco todo lo bueno, no algo ni un poquito, sino todo lo bueno.
YO [dices tu nombre nuevamente] ahora disuelvo cualquier pensamiento negativo o restrictivo.
Me libero y disuelvo todas las limitaciones del pasado.
No me ata ningún miedo ni limitación de la sociedad en la que vivo. Ya no me identifico con ningún tipo de limitación. En mi mente tengo libertad absoluta.
Ahora entro a un nuevo espacio en la conciencia, en donde me veo de forma diferente. Estoy creando nuevos pensamientos acerca de mi ser y de mi vida.
Mi nueva forma de pensar se convierte en nuevas experiencias.
Ahora sé y afirmo que formo una unidad con el Próspero Poder del Universo, por lo tanto recibo multitud de bienes. La totalidad de las posibilidades está ante mi.
Yo merezco la vida, una vida buena. Yo merezco el amor, abundante amor. Yo merezco la salud.
Yo merezco vivir cómodamente y prosperar. Yo merezco la alegría y la felicidad. Yo merezco la libertad, la libertad de ser todo lo que puedo ser.
Merezco muchas cosas más que todo eso: merezco todo lo bueno.
El Universo está más que dispuesto a manifestar mis nuevas creencias y yo acepto la abundancia de esta vida con alegría, placer y gratitud. Porque me lo merezco, lo acepto y sé que es verdad.
Así Es. Gracias Amado Universo.
La programación neurolingüística te puede ayudar, el conocido PNL. De plano te decimos, no luches contra la creencia actual. Muchos de estos métodos te mostrarán que es mejor invertir dicha creencia a tu favor.
Aprende a recibir con alegría, mereces ser feliz
Alguien te elogia por algo, agradece con una sonrisa. Te ganas un premio, recíbelo con entusiasmo. Alaban tu manera de hacer alguna tarea, pues di simplemente ¡Gracias o muchas gracias!
Y cada vez que vives una situación similar repite mentalmente «me lo merezco y lo recibo con amor.»
Esto lo puedes aplicar no solo en situaciones donde alguien te expresa algo. Sencillamente si estás en un momento de disfrute y deleite en tu vida repite mentalmente «gracias por esto, me lo merezco y lo recibo con amor.»
Aquí además de practicar la gratitud refuerzas tu autovalía e instalas nuevas creencias, reprogramas tu mente.
Afirma con fe y convicción
Como mencionamos antes, las afirmaciones y decretos pueden ayudar pero si detectas que tu autovalía requiere ser reforzada pues hay creencias limitantes muy arraigadas en ti que afectan el que puedas aprender a recibir trabaja eso primero.
- Soy maravilloso
- Soy suficiente
- Me merezco todo lo bueno que me sucede
- Me merezco lo mejor y lo acepto
- Soy fortuna y abundancia
- Soy amor
- El universo me da lo mejor y yo lo recibo con los brazos abiertos
- Me permito aceptar con apetura los elogios
- Me merezco una vida próspera y feliz
Toma en cuenta que si uno de los propósitos nobles de tu vida es disfrutar de prosperidad y riqueza requieres primero sentirte digno de ella. Si adoleces de falta de merecimiento este resultado será esquivo para ti.
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Y recuerda que todo lo que actualmente está en tu vida es porque lo has permitido y si quieres más situaciones que agradecer y disfrutar aprende a recibir.
Esperamos que hayas disfrutado nuestra entrada Mereces Ser Feliz. Merecimiento, el Arte de Aprender a Recibir.
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2 Comments
Me gustaron mucho las ideas acerca del merecimiento y la gratitud
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